Con respecto a la longitud del implante en la mandíbula nos limita la presencia del nervio dentario. De esta forma, en la zona de la sínfisis no suele haber problema para colocar largos pero sí a medida que nos dirigimos a distal.

Con respecto al diámetro, al igual que sucedía en el maxilar, la anchura de la apófisis alveolar es mayor a medida que nos dirigimos hacia los molares.

¿Qué aspectos anatómicos y morfológicos debemos tener en cuente en la cirugía de implantes de la mandíbula?

Al llevar a cabo el acto quirúrgico en el sector anterior se debe tener en cuenta que la cortical vestibular a nivel coronal es muy fina, así que el fresado será ligeramente palatino.

Es muy importante a este nivel determinar la inclinación de la mandíbula. La complicación más grave al colocar implantes es la perforación de la cortical lingual hacia apical de forma que se perfore la arteria sublingual.

Esto puede provocar un sangrado profuso que inunde el suelo de la boca y dificulte gravemente la respiración al paciente. Para evitarlo debe seguirse la inclinación de la sínfisis durante el fresado.

La calidad ósea a este nivel puede ser algo compacta debido a la presencia de trabéculas óseas y esto se notará durante el fresado, sin embargo se trata de un hueso bien vascularizado y con buen pronóstico.

A nivel posterior la cortical vestibular se va ensanchando mientras que la palatina se adelgaza. Debe tenerse en cuenta, al igual que en la zona anterior, la inclinación así como la convexidad que crea la presencia de la línea oblicua interna que separa la región sublingual de la cervical.